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sábado, 8 de junio de 2013

70-01.- PRIMER TRIUNFO DE ÚBEDA EN TVE (CESTA Y PUNTOS)

   Cuando nuestros chicos participaron en el mítico concurso de la tele CESTA Y PUNTOS, éste ya no se llamaba así sino SUBASTA DE TRIUNFOS, pero seguro que actualmente nadie se acuerda del segundo nombre.

   Todo empezó en el curso 1972-73 cuando una chica llamada Antonia, que era aficionada a los concursos de televisión, por enredar se le ocurrió escribir para participar. Grande fue su sorpresa cuando recibió contestación aceptando su solicitud y reclamándole que mandara los datos de filiación del equipo concursante. Con mucho apuro, contactó con un amigo suyo para que le resolviera la papeleta ya que ella no era estudiante y se veía incapaz de organizar un equipo para acudir al concurso.

   Ese chico era Juan Castro, estudiante de COU en el Instituto San Juan de la Cruz, y en poco tiempo tuvo que improvisar un equipo pues no se quería perder la oportunidad de viajar gratis a Madrid ni de conocer la magia de la televisión. Buscó entre sus amigos a gente que destacara en los estudios y que fueran buenos deportistas. Del Instituto reclutó a sus compañeros de COU Paco Moreno y Juan Herrera, y por otra parte a Pepe Arranz que había hecho COU el año anterior y estaba preparando unas oposiciones. De la Escuela de Maestría fichó a Antonio Tallante, Pedro Rus y Alfonso Rojas. Como había menores de edad, el equipo tenía que tener un tutor y eligieron como tutor a Ramón Molina Navarrete. (Poeta, actor y autor de la famosa obra “Maranatha” sobre la vida de Jesús de Nazaret. Entonces era muy joven y aún no había “explotado” como escritor). Después, cuando se fue a la mili, le sustituyó Antonio Bueno, un profesor del Instituto, para los últimos partidos. El equipo se formó y se inscribió con el nombre de “San Miguel”, el patrón de la ciudad.

   Juan Castro sería el capitán del equipo, Paco Moreno atendería a las preguntas de Literatura e Historia, Juan Herrera las de Ciencias y la “prueba sorpresa” al final del programa, mientras que las de cultura general y deportes serían atendidas por el resto del equipo. Para la prueba artística saldría Pedro Rus, si era sobre dibujo o plástica, y Paco Moreno o Pepe Arranz si era de redacción. El capitán era el encargado de filtrar y pujar por las preguntas según intuyera si alguien del equipo las podría saber o no.

   Cogieron un tren expreso que tardaba casi toda la noche en llegar a Madrid. Allí fueron hospedados en el hotel Luis XV, en la calle Montera, frente al edificio de Telefónica. De allí un autobús recogía a los equipos participantes y los llevaba a Prado del Rey, donde grababan el programa, que se emitía una o dos semanas después, cuando ellos estaban ya de vuelta en Úbeda.

   La confusa mecánica del programa consistía en que el presentador, el mítico Antolín García, lanzaba una pregunta a los capitanes de los tres equipos; éstos la leían y pujaban o no por ella según la confianza que tuvieran en que algún miembro de su equipo la pudiera saber. El capitán que ganaba la puja se la dirigía al miembro de su equipo que consideraba más capacitado en función del tema. Si acertaba ganaba todos los puntos pujados. Si fallaba pasaba al resto del equipo pero ya valía la mitad. Si fallaban éstos pasaba al capitán valiendo la cuarta parte de los puntos. Y si fallaba éste pasaba a los equipos contrarios que quisieran contestarla. 

   En caso de que ningún equipo pujase la pregunta quedaba con la puntuación mínima de salida y debía ser contestada obligatoriamente por uno de los tres equipos elegido al azar, el equipo que extrajera la bola negra de entre tres bolas (dos blancas y una negra). Hay que destacar que Juan Castro era un “experto” en inclinar el azar a favor del equipo, pues él siempre sacaba bola blanca debido a que su sentido del tacto lo tenía muy desarrollado.

   Como se ve, la responsabilidad del capitán era fundamental en el desarrollo del juego; de su agilidad mental, sagacidad y conocimiento de las aptitudes de los demás dependía el buen funcionamiento del equipo.

   Simultáneamente, el elegido para la prueba artística se retiraba a realizar su trabajo, que luego sería evaluado por un jurado, y que ya no participaba con el resto del equipo a lo largo del programa. La puntuación era completada por pruebas deportivas que en cada programa versaban sobre un deporte diferente (baloncesto, fútbol, tiro con arco, billar…). La suma de la puntuación de todas las pruebas daba la puntuación total del equipo en ese programa.

   Los equipos participantes en cada partido eran tres. El equipo “San Miguel” no ganó el primer partido pero pasó a la segunda fase en la repesca de los “mejores segundos” ya que tuvo una gran puntuación. En la siguiente fase ganaron y así fueron llegando a la final junto con los equipos “Las panteras rosas” de Zaragoza y “Cisneros” de Madrid.

   La final se hizo a tres partidos, cada uno en la localidad de los equipos finalistas. El primero se celebró en Úbeda, con el escenario situado en la fachada de la iglesia El Salvador, el 13 de Junio de 1973. El segundo en Zaragoza con el escenario delante de la basílica del Pilar, y el tercero en los estudios de  TVE en Prado del Rey.

   Como es de suponer, el impacto de las pruebas y la final en Úbeda fue brutal. Hay que tener en cuenta que en aquella época, aunque TVE tuviera dos cadenas, a la provincia de Jaén sólo llegaba la primera, por lo que la audiencia fue de un 100 %. Además era la primera vez que la televisión, que tenía 17 años de existencia en España, grababa en Úbeda.

   El primer partido se perdió y luego en los otros dos fueron remontando hasta que el equipo “San Miguel” se hizo con el triunfo en el último momento del último partido. Recibieron un suculento premio que consistió en 250.000 pesetas y un magnífico viaje por Europa que les llevó a Londres, Copenhague, Múnich, Venecia, Roma, Atenas y París entre el 23 de Julio y el 11 de Agosto de 1973.

   Nos podemos imaginar lo que supuso a estos chicos de alrededor de 18 años ese viaje. Ellos, que aspiraban a conocer Madrid gratis gracias al concurso. Quedaron impresionados ante el contraste brutal entre la España franquista y la liberal Europa, con revistas eróticas en los kioscos.

   A la vuelta de su fantástico viaje fueron requeridos por TVE donde se les homenajeó y entrevistó. Y participaron en un programa piloto de exhibición donde se mostraban las nuevas reglas del concurso para la temporada siguiente.

   También fueron homenajeados por el Ayuntamiento de Úbeda en un acto en Diciembre de 1973 en el que fueron nombrados “Ubetenses 73” junto con otros ilustres ubetenses con un apoyo económico explícito de comercios e instituciones de la ciudad. Este acto se celebró en el salón de actos de la SAFA y a él no pudieron asistir algunos componentes del equipo porque estaban estudiando fuera y los exámenes no les permitieron viajar a Úbeda. En este acto además de los discursos de los directores del Instituto, la Escuela de Maestría y el Alcalde actuaron los grupos de rock Droga y Menfis, y los grupos de flok Camino de Santiago y Nuestras Manos.

   El año siguiente, curso 73-74, el equipo campeón tenía derecho a participar de nuevo pero sólo Juan Herrera cumplía el requisito de no superar los 18 años. Entonces con el mismo nombre se refundó el equipo con nuevos componentes elegidos entre los mejores alumnos del Instituto San Juan de la Cruz: Gabriel Moya fue elegido como capitán, pero no pudo acudir  y su puesto fue para José Luis Barella. Y Juan Pascuau, Nicolás de la Torre, José Rodriguez (“Pepe el indio”) y el propio Juan Herrera como jugadores.

   Aunque este segundo equipo estaba formado por estudiantes destacados no tuvo la suerte de los campeones y quedaron eliminados en cuartos de final. De este equipo destacó la participación de “Pepe el indio” en las pruebas artísticas, del que Antolín García bromeaba por su pelo y su aspecto.

   Escrito por: Francisco Moreno, Juan Herrera y Cecilio Aguilera.